“Lisette, 驴por qu茅 no has terminado tu tarea?”. Lisette mira a su madre con incredulidad. “驴Me conoces?”, bromea la ni帽a de 8 a帽os.

Bryce Butler, su madre, siente un golpe en el coraz贸n. S铆, conoce a su hija, que tiene la costumbre de no terminar su tarea y olvidarse de lo que estaba diciendo. Ella ve que Lisette interpreta las instrucciones de manera diferente, hace observaciones inusuales y no “capta” las cosas, todo lo cual podr铆a sugerir una cabeza que no funciona muy bien. Pero Bryce trata de no transmitir esta observaci贸n a sus hijas. Ella no quiere que Lisette se reconozca como tonta, tampoco quiere que las hermanas de Lisette lo refuercen.

“Sin embargo, de alguna manera creo que Lisette me ha dicho que, en cierto sentido, no es tan inteligente como sus hermanas”, dice Bryce, hablando desde su casa en Pleasant Hill, California. “Eso no es cierto, y no quiero que ella lo diga o lo haga realidad”.

Bryce est谩 decidida a no etiquetar a sus hijas. No solo porque quiere que ellas forjen sus propias identidades, sino porque no quiere que sus tres hijas se comparen entre ellas y sientan que son menos de alguna manera. Esto, cree ella, suscita la rivalidad entre hermanos y, en 煤ltima instancia, arruina las relaciones.

驴Relaciones en ruinas? 驴No es esto un poco exagerado? 驴Podr铆a realmente ser que las disputas comunes, la competencia y los celos entre hermanos y hermanas destruyan las relaciones?

Efectos de largo alcance 鈥 desde el trabajo hasta el hogar

Solo recientemente los investigadores han reconocido el significado de las relaciones entre hermanos. A medida que la hermandad recibe m谩s atenci贸n y estudio, se est谩 volviendo r谩pidamente claro que los v铆nculos forjados entre hermanas y hermanos tienen efectos a largo plazo. M谩s all谩 de la infancia, afectan los sentimientos sobre uno mismo, el juicio de los dem谩s y las acciones dentro de : profesional, y familiar. Las relaciones entre hermanos tambi茅n est谩n vinculadas a la , particularmente a la .

Es la relaci贸n que conforma un laboratorio para la auto-invenci贸n y el descubrimiento. Las hermanas y los hermanos practican sus habilidades sociales, sus habilidades de resoluci贸n de conflictos y, quiz谩s, lo m谩s importante, sus habilidades de prevenci贸n de conflictos. Es donde aprenden a cooperar y a comprometerse 鈥 habilidades que llevan hasta la edad adulta. Es la primera relaci贸n en la que pueden elegir ser 别尘辫谩迟颈肠辞蝉 (o no) o competir (o no).

Como lo expresa Laurie Kramer, profesora de Applied Family Studies y directora fundadora del Family Resiliency Center de la Universidad de Illinois, los hermanos son ““. Los padres ense帽an y modelan el comportamiento, pero los hermanos ayudan a convertir nuestros bordes 谩speros en piedras preciosas, dando forma a quienes somos.

Los expertos se帽alan que las relaciones entre hermanos proporcionan una importante libertad para experimentar. A menudo, a trav茅s de estas relaciones, los ni帽os descubren qu茅 es bueno, qu茅 funciona, qu茅 es aceptable, para bien o para mal. A diferencia de un amigo, no vas a perder a tu hermano si lo llamas por un nombre o lo golpeas en la nuca. Si bien los hermanos permiten la prueba de los l铆mites, es responsabilidad de los padres asegurarse de que este comportamiento no impida el desarrollo de los ni帽os o que cruce un l铆mite y se convierta en abuso. Pero ah铆 radica el problema, 驴c贸mo se supone que un padre sepa cu谩ndo todo este comportamiento normal (que ning煤n amigo tolerar铆a) cruza el l铆mite? 驴Y qu茅 principios de crianza pueden ayudar a disminuir la rivalidad?

Aunque Bryce Butler no haya le铆do libros cient铆ficos sobre rivalidad entre hermanos, sus instintos son correctos. Los expertos confirman la conexi贸n entre las etiquetas y la rivalidad. Las etiquetas pueden aumentar la competitividad dentro de una familia porque cada ni帽o cree que deber铆a ser el mejor en algo, dice , psic贸loga, directora de Family Achievement Clinic en Cleveland, Ohio, y profesora cl铆nica en Case Western Reserve School of Medicine. Las etiquetas causan territorialismo, donde un hermano se asegura de que el otro no invada su “habilidad”. Tambi茅n hace que los ni帽os asuman que no son buenos en lo que sea que el otro hermano sobresale.

Bryce recuerda haber experimentado eso mismo al crecer. Sus padres le comunicaron que ella era “la inteligente” y que su hermana era “la bonita”. Las chicas se ajustaban a sus identidades asignadas. “Mi hermana no se esforz贸 mucho en la escuela, y yo me sent铆 como el patito feo de la familia”, dice Bryce. Las etiquetas tambi茅n causaron fricci贸n entre las hermanas. Sin saberlo, sus padres establecieron una rivalidad, dice Bryce, una que contamin贸 la relaci贸n entre ella y su hermana hasta la edad adulta.

A pesar de los intentos de Bryce por crear una familia libre de rivalidades, ella admite que sus hijas a煤n luchan contra eso a diario. Caitlin de 10 a帽os, las gemelas de 8 a帽os, Lisette y MacKenzie, discuten sobre pasar tiempo en el iPad o qui茅n tiene la mejor boleta de calificaciones o qui茅n puede tomar la mano de mam谩 o pap谩. Bryce frunce el ce帽o ante sus travesuras (o frena sus gritos), pero ella piensa que los conflictos son parte de “cosas normales de hermanos”.

驴Qu茅 es normal cuando se trata de la rivalidad entre hermanos?

Cuando se le pregunta por la definici贸n experta de la rivalidad normal entre hermanos, Kramer se r铆e. Nadie sabe realmente lo que significa “normal”, dice ella. La investigaci贸n ha encontrado que 鈥 3,5 veces en una hora cuando tienen entre 3 y 7 a帽os, m谩s cuando son menores y menos cuando son mayores. Pero el tono de la interacci贸n (lo que los padres deben interpretar) no se puede cuantificar.

Kramer dice que el conflicto entre hermanos cruza el l铆mite hacia un territorio anormal cuando las interacciones se deterioran en violencia f铆sica real o tormento emocional, y se vuelve cr贸nico. Esto suena bastante simple, pero en el d铆a a d铆a, puede ser dif铆cil para los padres hacer distinciones.

Las relaciones fraternas, particularmente de hermano a hermano, tienden a ser m谩s f铆sicas o agresivas, pero la rudeza se convierte en cuando hay un antagonismo extremo y habitual. Kramer dice que la violencia f铆sica puede incluir cualquier cosa, desde golpes hasta comportamientos sexuales inapropiados (como el voyerismo, el exhibicionismo, los l铆mites deficientes en cuanto al contacto f铆sico y el comportamiento provocador inapropiado).

La guerra emocional puede ser m谩s dif铆cil de detectar, pero los hermanos se destacan en ello, y es muy perjudicial, dice Kramer. 鈥淟os hermanos se conocen extremadamente bien鈥. Se conocen las debilidades y los puntos sensibles. “Pueden aprovechar las vulnerabilidades y hacer que el otro se sienta mal con una palabra”. Una grieta en la infancia con estos incidentes, grandes o peque帽os, puede dejar su huella para toda la vida.

“Yo era como el enemigo”

Luke Shedd lo sabe muy bien. La menci贸n de ciertos incidentes, como la vez con el cuchillo o el d铆a de la nariz ensangrentada, lo remite a la infancia. Su hermana mayor lo intimid贸 hasta que ten铆a 14 a帽os, cuando se mir贸 en el espejo y se dio cuenta de que era m谩s alto y m谩s fuerte que ella. Y aun as铆, ella se las arregl贸 para intimidarlo unas cuantas veces m谩s despu茅s de eso.

“Todo lo que puedo recordar es que ella me maltrat贸”, dice Luke, de 44 a帽os. “En las pel铆culas caseras, puedes verla empuj谩ndome o sent谩ndose en m铆, y eso es que 茅ramos peque帽os”.

Ella era demasiado competitiva. “Si jug谩bamos un juego de mesa y ella empezaba a perder, atacaba 鈥 pateando el tablero, pate谩ndome a m铆”.

Cuando llegaban sus amigas a la casa, encerraba a Luke en una habitaci贸n (su habitaci贸n, o la sala de estar) y lo dejaba ah铆. A veces, fingiendo ser amable, lo llamaba para que se uniera a ella y a sus amigas. Ella era agradable por un minuto. Entonces, de repente, ella lo pateaba entre las piernas y se re铆a. “A veces sus amigas se sorprend铆an y le preguntaban ‘驴Qu茅 te pasa? 驴Est谩s loca?'”.

“Yo era como el enemigo. Y de la nada ella atacaba. … yo no le agradaba. Eso es seguro”.

Hubo un incidente en el que ella empu帽贸 un cuchillo, y uno donde ella lo golpe贸 en la cara con el pu帽o haciendo que su nariz sangrara. “Me sorprende que no me haya sacado los dientes”.

En su caso, 茅l cree que el abuso de los hermanos supera el abuso de los padres en lo referente a la profundidad de su efecto. “Pap谩 nos maltrat贸, pero pasar cada d铆a con mi hermana hac铆a dif铆cil el vivir cada d铆a”. ().

Luke dice que su madre hizo lo que pudo, pero no parec铆a darse cuenta de lo que estaba sucediendo, o esperaba que nosotros lo resolvi茅ramos.
El comportamiento de la madre de Luke no es inusual. En el pasado, el pensamiento y el consejo com煤n eran no intervenir, dejar que los ni帽os lo resolvieran ellos mismos. Pero nadie nace sabiendo t茅cnicas de resoluci贸n de conflictos, dice Kramer. “Realmente necesita ser ense帽ado intencionalmente”.

Relaci贸n duradera

Historias como la de Luke se帽alan la influencia devastadora de una relaci贸n negativa entre hermanos, especialmente cuando un padre no interviene en el asunto. La relaci贸n se perpet煤a en maneras que los padres pueden no tener en cuenta al tomar parte (o ignorar) en las disputas del d铆a a d铆a.

“La relaci贸n entre hermanos es la relaci贸n m谩s duradera de la vida, para la mayor铆a de nosotros, sobrepasa un cuarto de siglo nuestra relaci贸n con nuestros padres”, . “Dura m谩s que nuestra relaci贸n con nuestros hijos, ciertamente m谩s que con un c贸nyuge, y con la excepci贸n de algunos hombres y mujeres afortunados, m谩s que con un mejor amigo”.

Compartes recuerdos y experiencias con esta persona, legados familiares y agobios. Tambi茅n puede ser una de las relaciones m谩s cercanas e impactantes de la vida. Luke dice que siente esta p茅rdida. Habiendo presenciado el profundo v铆nculo entre su esposa y su hermana, Luke ve c贸mo su relaci贸n con su hermana pudo tambi茅n haber sido de apoyo.

鈥淓stuvimos juntos d铆a tras d铆a; a veces solo nos ten铆amos el uno al otro”, dice Luke. “Deber铆amos haber sido el mayor apoyo el uno del otro, verdaderos compa帽eros”.

El papel de los padres

Entonces, 驴c贸mo se supone que un padre debe intervenir? Kramer les dice a los padres que intervengan y ayuden a sus hijos a resolver la situaci贸n. No los separes ni termines el debate; esta es una oportunidad para ense帽ar habilidades sociales, como manejar conflictos, valores y m谩s.

Por ejemplo, termina el desacuerdo y preg煤ntale a cada ni帽o por qu茅 est谩 molesto. Preg煤ntale a cada ni帽o lo que la otra persona podr铆a estar sintiendo tambi茅n. No te molestes en preguntar qui茅n lo comenz贸, porque no importa; ambas (o todos) partes participaron. Pero tampoco culpes a ambas partes: es importante darse cuenta de que un ni帽o puede ser el agresor principal y el otro la v铆ctima. Culpar a la v铆ctima en favor de resolver los conflictos puede hacer m谩s da帽o que bien.

Kramer ha desarrollado un programa de intervenci贸n preventiva para ayudar a los hermanos a construir relaciones positivas. Su programa, ““, ense帽a cuatro t茅cnicas para fomentar las buenas relaciones entre hermanos: 1) relacionarse entre s铆: hablar o jugar juntos, etc., 2) adoptar la perspectiva del otro, 3) ser consciente de la influencia de la relaci贸n 鈥 por ejemplo, saber que los ni帽os m谩s peque帽os tienden a idolatrar a los hermanos mayores y ayudar a los hermanos mayores a darse cuenta de eso, y 4) aprender a hablar sobre las emociones.

Tienes que hacerlo en el momento, mientras los ni帽os est谩n creciendo. Puede que no funcione en retrospectiva, como lo demuestra la relaci贸n a煤n agrietada de Luke con su hermana.

Luke dice que es posible que su hermana ni siquiera se d茅 cuenta, reconozca o recuerde el grado de tormento que ella le caus贸, pero 茅l no quiere discutirlo. 脡l dice que cuando 茅l y su hermana hablan, ella con bastante frecuencia quiere hablar del pasado de la familia, pero no necesariamente del historial como hermanos. En cualquier caso, ella no est谩 diciendo nada que 茅l quiera escuchar, dice Luke desde su casa en Pacheco, California. “He seguido adelante. Estoy viviendo ahora, no en el pasado. Tengo una familia amorosa y solidaria, y no hay nada en el pasado para m铆鈥.

Para la familia Butler, las batallas entre hermanas contin煤an, un minuto de tiempo de pantalla a la vez. MacKenzie salta hacia donde est谩 reclinada su gemela en el sof谩 con el iPad, sabiendo instintivamente que en cualquier segundo 鈥 隆Pow! MacKenzie golpea con entusiasmo la alarma y grita: “隆Mi turno!”. Lisette le da una mirada malvada y con disgusto le entrega el dispositivo y reinicia la alarma. Bryce deja escapar un peque帽o suspiro.

“Eso sol铆a ser un gran problema”, dice ella. “El iPad, la computadora, el control del Wii, siempre estaban peleando por eso, tratando de arrebat谩rselo entre s铆”. Entonces a las chicas se les ocurri贸 la idea de la alarma, donde todas tienen la misma cantidad de tiempo. Las chicas ayudaron a determinar la cantidad de tiempo, pensando cu谩nto tiempo podr铆an jugar y cu谩nto tiempo podr铆an esperar. 鈥淗ubo un par de l谩grimas. Es dif铆cil dejarlo cuando est谩s en una buena racha en tu juego. Pero la mayor铆a del tiempo, ha funcionado muy bien鈥. Incluso tienen sistemas para usar cuando no est谩n en casa cerca de la alarma. En el auto, por ejemplo, tres canciones en la radio son su medida del tiempo.

“Parece que responden realmente bien a la imparcialidad de una tercera parte”, dice Bryce. Ella se detiene y una mirada decidida se refleja en su rostro. 鈥淢e aferro a esta victoria y me ayuda a planificar. Me da esperanza para la cordura de nuestra familia en el futuro鈥.

* Los nombres de las hermanas han sido cambiados.

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